domingo, 29 de junio de 2008

AGUA Y ACEITE

Tú y yo, amor, desamor,
no hacemos buena mezcla.
Tú eres el lado oscuro,
yo vivo en la tibieza.
Lo que no sabe nadie
es que te ví en la niebla.
Ya ves, hay unas normas;
imposible romperlas.
Hay jueces que se encargan
de velar por las reglas.
Yo sólo quería amar, amor,
y regar flores frescas.
Sentir, aunque fuera dolor;
no quedarme así, seca.
¿Digo adiós sin mi voz,
apagada de pena?
Estoy presa en la vida.
Pero quiero estar muerta.
Eres cada canción.
Eres todas las letras.

(la mala rosa)

2 comentarios:

Alba dijo...

Tú eres el lado vivo ... pero ¿quieres estar muerta? nooooooooo ... que no te apague la pena ... sé tu propia canción!!!

XuanRata dijo...

Ese adios mudo es el que cantan las canciones. Es tal vez la música, más que las letras, la que nos hace entender que las despedidas abren también espacios infinitos.